miércoles, 26 de septiembre de 2007

Somnolencia

No sé que pasa...pero tengo sueño. O tal vez sí lo sé. Quiero mirarme por dentro, ver la piel de mis párpados para entender. He estado volcado hacia afuera, y tal vez lo siga estando una vez que pase esta semana en que sólo quiero dormir, pero mientras, trato de verme por dentro. No sé cuál es el origen y el contenido de la angustia que me lleva a huir de mí mismo, a escapar a través de caminos de risas, embriaguez y vacío.
Es cierto, son polos, pasar de la manía a la cama y dormir y dormir y dormir... lo peor es que no sé que polo me es más cómodo. Me da susto dejar de verme, dejar de lado lo que me pasa de verdad y sólo evadir. El cansancio del domingo, junto a la sensación de exclusión y soledad total...me aterra.
Dormir es rico, es casi adictivo, es un repliegue del mundo entero hacia adentro. Y puede ser un estado demasiado atractivo en el cual quedarse ante el horror al vacío y a vincularse. Permanecer borracho y bailando es un camino pavimentado para no conectarse con los dolores. Quiero estar despierto, poder mirar con claridad y también parapadear para verme por dentro. Quiero poder sentarme y disfrutar, sabiendo quien soy y que hay frente a mí...tal vez para eso primero debo dormir, hasta que despierte conmigo, abrazado de mi historia y besando mi realidad...
Buenas Noches

1 comentario:

Tresmasqueperros dijo...

No siempre dormir es tan bonito. Durante muchos años de mi vida temí la noche. No era capaz de afrontar mis propias pesadillas, y éstas me aterrorizaban cada noche.

Saludos.